Defensa central de nuestros derechos. Perla Acosta es psicóloga y trabajadora social egresada de la UNAM. Desde muy chica vio el trato desigual que se les daba a las mujeres, lo que padecían y las violencias que sufrían. Desde ahí surgieron sus ganas por hacer algo para generar un cambio.
Empezó su asociación civil Más Sueños hace 10 años en la Gustavo A. Madero. “Un día nos invitaron a dar una plática sobre violencia de género en Ecatepec, pero pensé que si yo daba una plática nadie iba a ir, entonces se me ocurrió organizar un torneo de fútbol para que vinieran, se juntaran y yo las hiciera pasar por un tianguis de asociaciones civiles, para que tuvieran acceso a información sobre temas reproductivos y sexuales, sobre violencia y otros temas.”
Perla está convencida de que la información es un derecho que da poder a las personas para tomar decisiones y actuar.
Pero nada de esto hubiera sido posible sin mujeres líderes sociales en Ecatepec de las organizaciones Mujeres Ecatepenses y Avanzando Juntas, que se sumaron a esta idea de Perla. “Yo creo firmemente en que las mujeres debemos estar unidas para crear cambios e impactar.” Así se creó el Torneo Violeta, con la idea de darles información a las mujeres y de abrirles espacios seguros para divertirse e informarse.


En ese proceso, Perla se dio cuenta de que en todo el Estado de México no había prácticamente fútbol femenil porque no se abrían ni facilitaban los espacios. A las mujeres se les daban los peores horarios para poder jugar: siete de la mañana, diez de la noche; horas en las que las mujeres no podrían o correrían un alto riesgo.
Era evidente que tampoco había mucha liga femenil. “Hay una discriminación, hay mucha violencia en la que a las mujeres tampoco se les da ese derecho a jugar.” Conforme fueron avanzando con los torneos, han visto que el fútbol de mujeres es un mecanismo de paz, que les ayuda en muchos sentidos, “que salir, jugar y apropiarnos de los espacios es parte de lo que tenemos que hacer las organizaciones, las personas, las mujeres para vivir sin miedo.”
Por eso acompañan a las mujeres, para que conozcan sus derechos y ayudarlas a que se hagan respetar y cumplir.


Perla resume así su misión: “Al final, todas estamos aquí por algo. No existe mejor trabajo que servir a las demás”.