Alas de Mariposa. María Elena se reconoce como una mujer plena, orgullosa de quién es hoy, de que su rostro siempre pinta una sonrisa. Ella rescató a esa niña interior que le gustaba cantar y bailar, salir de su casa y recorrer lugares nuevos. Tiene 68 años. Es una mujer decidida a seguir viviendo, sonreírle a las adversidades y nunca dejarse vencer.
Durante toda su vida, María Elena fue víctima de diversas violencias. A muy corta edad, fue obligada a casarse con un hombre quien la maltrató constantemente durante gran parte de su vida. Hasta que tomó la decisión de separarse de él.


Esta decisión la llevó a una depresión muy dura pues se dio cuenta que nunca había tenido tiempo para ella al estar rodeada constantemente por entornos violentos, haciéndola sentir sola.
Esta realidad cambió a sus 68 años cuando su hija le contó de un lugar donde podrían ayudarla a transformarse y a redescubrirse. Fue así como llegó al Centro de Empoderamiento Alas de Mariposas, de la Red Nacional de Refugios AC, en donde “aprendí a usar mis alas, a fortalecer mi autoestima, a no auto-compadecerme y a poner límites.”
"Empecé a ver la vida con alegría y siempre con una sonrisa. ¡Fue como si un hada madrina me hubiese tocado con su varita!”


María Elena asegura que nunca es tarde para cambiar el rumbo de nuestra vida y que nunca es tarde para amarse a una misma, para exigir nuestros derechos y vivir libres.