El rojo carmín. Tiene 54 años. Se llama Beatriz Maldonado Cruz. Como muchas mujeres, es capaz de hacer cualquier cosa para proteger a su familia. Tiene dos hijos, una hija, su nuera, dos nietos y a su mamá, a la que llama de cariño “viejita chula”.
Un día, un grupo armado llegó a su casa a cobrar una deuda que su esposo tenía con ellos a causa de su adicción. Era una cantidad estratosférica para Beatriz. Los hombres pusieron una pistola en la cabeza de su nieta de tres años y amenazaron a todos los integrantes de la familia.
“Al ver esa situación, pedí e imploré que me llevaran con la persona que les había ordenado entrar a mi casa.” Unas horas después fueron por ella y al paso de los días se vio obligada a comenzar a vender drogas; hasta que la extinta Agencia Federal de Investigaciones (AFI), con más de 200 elementos federales y un helicóptero, la detuvo y casi toda la familia: 22 personas en reclusión, a 9 de ellas las fueron dejando libres porque no tenían ninguna responsabilidad, tres estuvieron en la correccional de la Ciudad de México.
“Fue una arrastrada al corazón. Me sentenciaron a seis años de prisión en Santa Martha Acatitla.” En ese lugar su vida se convirtió en un mundo de soledad, tristeza y decepción… Fue un duelo porque dejó desamparados a su hija, nieta, nuera y a su hijo menor. “Eran grietas en el alma saber que mi familia sería discriminada.”


Creyó que con su sentencia había acabado su proceso, pero no fue así. En octubre de 2011 fue trasladada a la prisión de las Islas Marías, en el océano Pacífico. Un lugar en el que cualquier persona con entereza y valentía, se dobla. “Me fui con el corazón a punto de colapsar. Lo único que me reconfortaba era un lápiz labial rojo carmín, que era una forma de pensar que estaba viva.”
A Beatriz la castigaron en más de cinco ocasiones. “Yo solo pedía una oportunidad de volver a ver a mis hijos y mi madre.” En el año 2012 ganó un amparo y regresó a Santa Martha Acatitla. En enero de 2016 por fin llegó el día en que pudo volver a vivir sin represión.
“¡La culpa de mi valentía fue lo que ocasionó mi prisión! Fue una mala decisión”


Ahora, Beatriz es integrante de Mujeres Unidas X la Libertad, en defensa de los derechos humanos de las personas privadas de la libertad, que alguna vez fueron su familia.