Ana Karen López

Tirando barreras. A Ana Karen le gusta levantarse y acostarse en oración y comunión con Dios, dar los buenos días y las bendiciones a quienes le rodean. Agradece cada mañana por un día más de vida y disfruta de un rico café apapachando a su compañero de vida, su esposo. 

Entre sus pasiones están la cocina, la naturaleza, las cascadas, el campo, comer al aire libre y respirar aire puro y llenarse de buena energía  “Me gusta vivir la vida al máximo, disfrutar cada segundo, cada instante, porque creo que la vida solo se vive una vez y hay que vivirla al máximo”. 

Es mujer, hija, hermana, tía, esposa, amiga, compañera, activista social y defensora de los derechos humanos de grupos históricamente vulnerados. Le entristecen las injusticias, la falta de empatía, acción y reacción de las personas ante los problemas sociales. 

Ana se siente orgullosa de vivir su identidad de mujer trans, de sentirse plena y realizada en el trabajo, de la perseverancia que ha tenido y “de la vida que Dios padre me ha brindado y de lo que me he ganado.” Hoy por hoy, lo más importante para ella es su salud, su integridad física y emocional, porque sin ella no saldría adelante ni podría continuar su proyecto de vida. 

Su sueño es que las personas trans vivan libres de discriminación y violencias, que tengan acceso a los derechos en el ámbito laboral, a la salud y a la educación.  

Ana Karen es una mujer que ejerció el trabajo sexual y que vive con VIH. La triple discriminación que vive, la ha llevado a enfrentar todo un sistema en el que las normas sociales y legales no son inclusivas para la comunidad LGBTTTIQ+ y en el que las leyes en algunos casos son letra muerta. “Es un sistema heteronormado y binario de discriminación”

Su camino ha sido de esfuerzo, dedicación, fe, esperanza y amor en la lucha constante por su proyecto de vida y el logro de sus ideales sociales. “Sin bajar la guardia, creo que mis compañeras han sido una parte fundamental de mi activismo, unidas alzando siempre la voz, porque: ¿si no somos nosotras, quiénes?, y ¿si no es ahora, cuándo?”

Ana lucha por políticas públicas que busquen la inclusión social bajo los principios de respeto, igualdad y no discriminación. “Ni más, ni menos”. Busca contribuir a través de los Centros Comunitarios de Atención a las Diversidades Sexuales con los que cuenta Tamaulipas Diversidad Vihda Trans AC, organización civil que actualmente preside.

“Como mujeres trans vivimos día a día barreras en el acceso a los servicios de salud libres de estigma y discriminación, situación que se agudiza para las personas que vivimos con  VIH o que ejercen el trabajo sexual. No hay acceso al trabajo y a la educación en donde se respete nuestra identidad y se garantice nuestra integridad física y emocional.”

No le tiene miedo a la muerte, sino a la vejez, pues es una etapa de la vida en donde las mujeres trans enfrentan más discriminación.  

Ana cree que es importante que la gente conozca las circunstancias que enfrentan las personas trans en México y en el estado de Tamaulipas: “que apoyen en las luchas, para llegar a tomadores de decisiones, y a generar cambios sociales y legales que se requieren para el pleno respeto a nuestros derechos.”  

Tú puedes ayudar a construir una sociedad en la que vivamos sin miedo a ser quienes somos. Un México incluyente, en el que nadie pueda matar nuestros sueños con su odio. Un país seguro, también para las personas trans.

Comparte estas historias con #SinMiedoaSer #VamosJuntas